SÉNECA Y LOS ESTOICOS
He estado transcribiendo la entrevista que he hecho a Pepe García, el estoico, que publicaré en el próximo número de la revista Siembra, de la que, como sabéis, soy la actual directora. Quizá por casualidad, aunque sé que las casualidades no existen, hace poco me enviaron de la editorial Diálogo el libro de Séneca, el camino del sabio de Fernando Lillo Redonet y lo estoy leyendo con gran fascinación. Sabía que era uno de los grandes estoicos, pero tampoco había relacionado los conceptos con el libro. Y escuchando la entrevista de Pepe dije, ¡si todo esto es lo que estoy leyendo en el libro!Estoy maravillada con esta filosofía de vida. El hecho de darnos cuenta de que estamos aquí de paso, todos vamos a morir, es una realidad y no tenemos que tener miedo a la muerte. Lo que debemos hacer es vivir conscientes de ello e intentar disfrutar de cada uno de los días de nuestra vida. Y con ello, aplicarlo a todo lo que nos rodea: el trabajo, las amistades, la pareja, los hábitos y rutinas, etc.Además, en la vida nos encontraremos con cosas que podemos controlar y cosas que no. Y no debemos agobiarnos con aquello que no podemos controlar, sino simplemente recibirlo de la mejor manera posible. Por ello es importante que nos tomemos el tiempo necesario para reflexionar sobre nuestra realidad. Nuestra vida. Nuestras circunstancias. ¿Qué queremos hacer? ¿En quién nos queremos convertir? ¿Con quién queremos estar cada día de nuestra vida? La vida puede ser muy larga para hacer cosas que no nos gustan.Es cierto que no es fácil romper con todo aquello que ya forma parte de nuestra normalidad, pero nuestra felicidad debe ser más fuerte que todo eso. Hay que luchar contra la sociedad que nos rodea y los prejuicios que existen sobre nosotros y el resto.Una vez le escuché a la coach Sol Aguirre que escribiera en una hoja cómo sería mi día ideal y que, a partir de ahí, me pusiera manos a la obra para trabajarlo y que pasara del papel a mi realidad. Y yo intento hacerlo así cada día. Es cierto que hay cosas que hago que no me entusiasman del todo, por lo que tengo que seguir trabajando en ello, pero sé que será cuestión de tiempo conseguir mi plenitud en cuanto a la felicidad se refiere. Y, además, ya son cosas que no dependen de mí, así que, como dirían los estoicos: debo crear herramientas y habilidades para sobrellevarlo de la mejor manera posible.La lectura de fray Luis de León también me ha ayudado mucho. Él alababa la vida en el campo frente a la de la ciudad. En su caso porque la vida en la ciudad se relacionaba con las presiones sociales, los ataques y las críticas hacia su persona. Como si no le dejaran margen de tiempo para reflexionar y meditar, para estar en silencio consigo mismo, para llevar una vida ascética como él proponía.Os invito a llevar a cabo estas reflexiones y/o meditaciones y conoceros bien. Saber qué es lo que os hace verdaderamente felices y lo que os va bien. La vida puede ser demasiado larga como para malgastarla en días que nos amargan, que no nos entusiasma y nos sumergen en la infelicidad. Cuando todo acabe, será el final.Si queréis seguir leyendo sobre ello os dejo con dos recomendaciones literarias y os animo a leer en el número de mayo (2024) de la revista Siembra la entrevista a Pepe García, el estoico.Os deseo un feliz día y una feliz semanaÁfrica Crespo
