CUMPLIR OBJETIVOS

Estaba deseando volver a enfrentarme al papel en blanco para contaos cosas. Han sido muchos meses de trabajo duro e intenso y os he dejado bastante abandonados. Sabéis que no me gusta hacerlo, pero a veces no me queda más remedio. Me he dado cuenta de que últimamente protesto sobre el hacer lo que quiera y hacer lo que debo. Suelo decantarme por esto último, aunque deje por el camino llevar a cabo cosas que deseo. Supongo que en la vida va por delante el deber al querer y es mejor no pensarlo.

Quería hablaos en este primer post después de tanto tiempo de ambiciones y de cumplir objetivos. Me he dado cuenta de la maldad de la gente en este aspecto. No nos damos cuenta, pero solemos echar por tierra los planes de personas que con ilusión cuentan cuáles son sus propósitos de futuro, pero ¿por qué? Por envidia, frustraciones, falta de ambiciones… no lo sé. El caso es que debemos hacer oídos sordos a todos aquellos comentarios que quieran aplacarnos. Todo se puede conseguir. Solo hay que trabajar por ello.

A mi alrededor tengo la suerte de ver el ejemplo de personas que luchan día a día por cumplir objetivos, personas ambiciosas que tienen claro que con trabajo todo se consigue. Por eso me doy cuenta de que es posible y que ninguna idea es inalcanzable. Tan solo hay que desearlo y después trabajarlo: sangre, sudor y lágrimas, muchas lágrimas.

Me preocupan las personas que no tienen ningún objetivo en la vida, porque los objetivos nos invitan a tener ilusión y a levantarnos cada día con ganas de seguir trabajando, de esperar a que suene el teléfono o de recibir un correo electrónico con buenas noticias. Los objetivos nos dan vida y nos alejan de esa condena a la monotonía. Decía una de las personas más sabias de mi familia que era muy duro levantarse por la mañana agobiados por todo lo que teníamos que hacer, pero aseguraba que era mil veces más duro levantarse y darse cuenta de que ya tenía todo hecho. Nunca debemos llegar a tener esa sensación, porque aún está todo sin hacer. Una vez cumplido un objetivo tenemos que buscar nuevas metas, nuevas ilusiones por las que trabajar cada día.

Un viaje, un libro, un negocio, un blog de temática variada, cualquier cosa puede servirnos para darnos vida. Os aseguro que la llegada a la meta de un objetivo que ha costado mucho cumplir es lo más cercano que existe a la felicidad plena. ¡Practicadlo!

Feliz verano para todos.

Amacrema

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