Astenia primaveral. El poder de los alimentos
Hemos tenido un inicio de primavera estupendo con las lluvias de marzo y abril. Me parece una maravilla. Además, se han recuperado muchos lagos y embalses y eso es una gran noticia. Me encanta la primavera, junto al otoño, es mi estación del año favorita. También porque es la fecha de mi cumpleaños y mi aniversario de bodas. Cuando salgo a mi terraza al amanecer siento los olores primaverales que no huelo en cualquier otro momento del año. No sabría cómo describir ese olor con palabras. Me resulta complicado. ¡Qué cosas! Quizá es una mezcla a aire fresco que viene acompañado por la brisa que acerca los olores del campo. Ahora, gracias a la lluvia, también huele a río y agua. Aunque no fresca, la verdad. Pero me gusta el olor. Es como un olor esperanzador. Este invierno me he dado cuenta de que en verdad no me gusta el invierno. Al igual que no me gusta el verano. Sí que me gusta el frío y los planes de verano. Ni me gusta la oscuridad del invierno ni el calor del verano. ¡Cuánta contrariedad! ¿Verdad? Por eso ahora, estos días, cuando amanece antes y anochece más tarde, cuando el fresco te invita a ponerte una cazadora, pero al medio día hace un sol esplendido para poder disfrutarlo, me parecen fabulosos. Astenia primaveral ¿Qué es lo malo de la primavera? La alergia. Desde hace poco tiempo, sigo en Instagram a una chica que consiguió combatir una psoriasis grave (una enfermedad de la piel) gracias a la alimentación. Y, en realidad no sé si vaya a ser posible, pero voy a investigar si también con alimentación podría paliar los efectos de la primavera. Quizá centrando el consumo en alimentos que la tierra me dé en esta época del año. Y mejor aún, que sean de mi zona. O lo más próximos posibles. Ajos, cebollas, pimientos, brócoli o espárragos (las espinacas y las acelgas están a punto de salir). Es evidente que no voy a alimentarme exclusivamente a ello, pero sí que los haré protagonistas de mi cocina hasta el verano. En mi investigación me he encontrado con el blog de una nutricionista y su post sobre cómo la alimentación puede ayudarte a paliar los efectos de la Astenia Primaveral. ¡Y sorpresa ha sido que no estaba tan alejada en lo que alimentos se refiere! El poder de los alimentos Hay alimentos que pueden ayudarnos a sentirnos con más energía —o a no perderla—como la carne de pavo, el pollo y los pescados grasos; son alimentos a tener en cuenta en épocas de mayor cansancio. Estos alimentos contienen suficientes vitaminas del grupo B, micronutrientes necesarios para un correcto funcionamiento del metabolismo energéticos y la utilización de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. De la misma manera, es un buen aliado el salmón, o los pescados azules, con grandes dosis de omega 3, cuyo efecto antiinflamatorio es beneficioso para nuestro sistema nervioso. Otros alimentos que poseen gran cantidad de omega 3 son las nueces o las semillas de chía.Y ya, por último, los alimentos ricos en vitaminas del grupo B y C como son los cereales integrales, las frutas y verduras de temporada: fresas, kiwis, limones, naranjas, acelgas, brócoli, berza, etc. Beber mucha agua (más de dos litros cada día), evitar el alcohol y el azúcar también puede ayudarnos a paliar los efectos de esta Astenia Primaveral. Que no nos falten los frutos rojos, el café, el chocolate (negro), los lácteos fermentados (el yogurt natural, el kéfir o el queso fresco). Lo único que puedo decir con certeza es que aún no he tenido ningún ataque alérgico hasta ahora y ya acaba el mes de abril, el campo está en todo su esplendor y yo no paro de hacer salidas (masocas) a la naturaleza. Así que algo de cierto debe tener todo esto. ¿Tienes alguna receta primaveral para recomendarme? Feliz semana.
