
La absurda ignorancia había hecho que yo desconociera que pisaba el suelo donde por primera vez editaron el Ulises de James Joyce. Fue en aquel lugar donde se aceraban los escritores de la Generación Perdida para leer y comprar los libros prohibidos durante la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad la librería cuenta con un servicio de hotel ya que ponen a disposición de los lectores unas habitaciones a cambio de trabajar algunas horas en la librería. Esta iniciativa me parece bastante interesante. A cambio de un lugar donde pasar la noche para personas que tengan París como ciudad de paso, la propietaria tiene asegurada la compañía y trabajadores en su librería. ¿Alguien quiere pasar algunos días en Shakespeare & Company rodeado de libros, de fantasmas del pasado y de historias olvidadas? Cuentan que la anterior propietaria tuvo que cerrar por negarse a vender una de las obras de Joyce a un oficial alemán. Aquella tienda no se volvió a abrir. Fue su hija quien años después, decidió recuperar el esplendor literario y la reabrió, pero esta vez en otro lugar y con otro nombre. Pero, eso sí, respetando la atmósfera literaria.
Si aún no sabéis de qué librería hablo recordar una de las escenas de la película de Woddy Allen, Midnight in Paris, porque la convierte en protagonista de una escena. Y si no la conocéis os recomiendo que la visitéis, porque debe ser un lugar de visita obligado para la ciudad de Paris.
África Crespo (amacrema)