Siempre he sentido mi casa como mi refugio. Aquí es donde me siento segura, donde sé que tengo todo lo que necesito. Y desde que han comenzado estos días raros intento aferrarme a esa idea más que nunca. Porque ahora sí que mi casa es mi refugio y el lugar donde mi familia y yo estamos seguros. Imagino que, como la de la gran mayoría, nuestra rutina se ha visto alterada. No la hemos eliminado, por supuesto, porque sería una locura, pero sí que hemos modificado algunas cosillas que voy a contaos ahora para adaptarnos a la nueva situación. Es cierto que todo esto no es fijo, porque con niños…