Día 1 Sevilla Hemos salido de casa lo antes que hemos podido. Maletas, bolsa de comida para que no falte en el viaje, dos niños preparados. El grande desayunado y con su gran bibe de leche. Y el chiquitín con su toma de tetilla recién dada para que aguante el viaje. Llevamos compañeros de viaje avisados: habrá dos posibilidades. 1. Los niños duerman y lleguemos del tirón. 2. Los niños lloren y haya que hacer mil paradas. Tuvimos suerte porque durmieron todo el viaje. Nuestros niños disfrutan del coche. Miran durante un rato por la ventanilla y luego cierran sus ojos para disfrutar del ruido vibrante que produce el coche…