Rutina de noche

¡Hola a todos? ¿Cómo va el verano? El post de hoy es el primero de dos más que voy a escribir sobre el mismo tema: rutina de noche. Tenía muchas ganas de escribir sobre esto y alguna de vosotras ya me había pedido que lo hiciera. Así que ¡allá voy!

Tengo que confesar que me encanta la cosmética. La primera planta de El corte Inglés es la que más me gusta, así como los establacimientos dedicados a la belleza. Me encanta pasar horas en Primor. En estos tres post que iré publicando los lunes 16, 23 y 30 de julio hablaré sobre mis rutinas y mis productos fetiche. Hay mujeres que no quieren compartir sus secretos y trucos de belleza, pero como yo no soy una celebrity no tengo nada que ocultar. En el post de hoy os cuento mi rutina de noche, porque es la que más me gusta y por eso he decidido empezar por aquí. La próxima semana tendréis la de día y el lunes 30 un listado de recomendaciones de productos.

Mi rutina nocturna comienza al llegar a casa por la tarde-noche. Me gusta cenar pronto, por lo que es lo primero que hago. Después, toca ducha relajante. Para ello utilizo los geles de la marca Weleda. Huelen muy rico y con ellos se puede hacer una agradable sesión de aromaterapia que puede ayudar a dormir. Recomiendo el de Granada y el de cítricos. Después me pongo el aceite de Abedul de la misma marca por todo el cuerpo. Se supone que es para eliminar la celulitis, pero yo lo utilizo de hidratante corporal porque tiene un olor delicioso. Con este ritual dejo un aroma agradable en todo el cuarto de baño y el pasillo, ¡es genial!

 

Después me desmaquillo bien los ojos con un desmaquillante de ojos de Diadermine. Procuro que no se me queden restos negros de la máscara ni de lápiz de ojos. Después me lavo el rostro con un jabón de leche de burra que compro cada año en una tienda de Segovia. Este jabón es uno de mis secretos de belleza. He probado otros jabones de leche de burra, pero como este no hay ninguno. Sé que me dura más o menos un año, así que cuando se me acaba voy a por más. Y creedme, el viaje merece la pena. Es un jabón muy suave, con un agradable aroma (al principio perfuma todo el cuarto de baño) y limpia muy bien la piel. Es mi mejor desmaquillador.

Como base de mi rutina de noche estoy utilizando ahora los productos de Estee Lauder. La verdad es que no son muy asequibles para estar constantemente comprándolos, pero verdaderamente merecen la pena. Limpio después de nuevo la piel con el Limpiador en formato espuma de la marca y también me dejo llevar por la aromaterapia de este producto.

Por las noches no pongo crema, sino que desde hace bastante tiempo vengo utilizando el aceite Bio-oil y he aquí otro de mis grandes secretos de belleza. Me encanta este producto, por su olor, por su textura, por cómo deja la piel. Ya venden el bote de tamaño extra-grande ¡y no me dura nada! Durante el embarazo lo he estado también utilizando en la barriga porque también sirve para prevenir y eliminar estrias. Ahora solo lo pongo en el rostro: hidrata, ilumina, unifica el tono de la piel. Además, es un producto milagroso: elimina cualquier tipo de mancha de la piel. Y esto está comprobado sobre manchas producidas por una quemadura. ¡La eliminó! Siempre digo que me bañaría en Bio-oil, como hacía Cleopatra con la leche de burra. Nunca falta un botecito en mi cuarto de baño.

Por último, pongo el sérum mágico de Estee Lauder. No lo llevo utilizando demasiado tiempo, pero tengo la piel del rostro ahora como nunca antes la había tenido. Aunque esto se consigue a base de constancia. Sigo esta rutina todos los días, sea la hora que sea y esté lo cansada que esté. Nunca voy a la cama sin haber limpiado bien mi piel. Imagino que en un futuro lo agradeceré. De todos modos, es mi ratito del día y yo lo disfruto todo lo que puedo. Antes de tener al bebé, confieso que había días que encendía las velas en el cuarto de baño (ahora no por ahorrar algo de tiempo). Esto ayuda aún más a relajarse y a entrar en la fase «modo noche» como yo lo llamo. Enciendo las luces ténues de la casa (lamparitas y velas) y a disfrutar del final del día.

En todo este proceso, se me van aproximandamente treinta minutos (que para mí cuentan como solo cinco) y cuando salgo del baño mi amore está ya completamente dormido. ¡Suerte que ahora mi corazoncito aún me espera sonriente para que lo duerma en brazos!

Termino mi día metiéndome en la cama y aprovechando los últimos minutitos para leer un rato, pero muchas veces me vence el sueño y apenas leo una página.

He linkeado todos los productos en el post. Solo tenéis que clicar en las palabras destacadas. Espero que os haya gustado mi rutina de noche.

¡Nos leemos en el próximo post! Un beso. amacrema

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