¡Hola a todos! Hoy os hago balance del resultado que me ha dado, después de un año, mi nueva rutina desde primera hora de la mañana: el poder de madrugar.
Hace exactamente un año me animé a probar la rutina que autores como Robin Sharma o Hal Elrod aseguraban como exitosa. Ya os lo conté en este post, que el hecho de madrugar y llevar a cabo una serie de hábitos estaba cambiando mi vida.
Ahora, un año después, puedo contaos que los he puesto en práctica y me han funcionado. Además, lo he conseguido en un margen del 70% porque el nacimiento de mi tercer hijo me ha quitado mucho tiempo para poder desarrollar plenamente estos nuevos hábitos.
Por la mañana
Cada mañana, me despierto muy pronto, entorno a las 6:30 o 7 de la mañana, bebo un vaso de agua y me siento a leer. Estos ratitos de lectura los aprovecho para leer libros de crecimiento personal y profesional.
Lectura
Al final de este post os dejaré el shopping con todos los libros que he leído durante este último año y que me han encantado. Después de revisar todos esos libros para escribir este post veo que he leído 16 libros de crecimiento personal y profesional durante el último año (aparte de las novelas que he leído que también son unas cuantas) y esto me ha dado un chute motivacional para seguir con la lectura el curso que acaba de empezar.
Todos los libros que os recomiendo abajo me han encantado y me han enseñado otra filosofía de vida y cuál es el camino para el éxito. Y sobre ello os hablaré en un próximo post porque no quiero alargarme tanto en este.
Escribir mi diario
Después de dedicarle una media hora a la lectura, escribo unas reflexiones en mi cuaderno. Siempre me ha gustado escribir diario, de hecho recomiendo a mis alumnos que lo hagan. El poder de la mente es maravilloso, basta con desear las cosas, los sueños, escribirlos y hacer que se hagan realidad. Parece magia, pero no lo es. Se llama disciplina, esfuerzo, dedicación e ilusión. ¿Quieres probarlo?
Meditación
Y después de escribir, durante unos cinco minutos hago meditación. O respiración profunda controlada, podríamos llamarlo también. Sentarme un instante para escucharme y relajarme al hilo de mi respiración me da un chute de energía extra para combatir el día. Sé que vendrán momentos duros a lo largo de la jornada, pero yo estaré preparada para enfrentarme a ellos.
Deporte
Después hago deporte. Tal vez este sea mi punto más débil y el que debo mejorar de cara al próximo curso, pero peco de falta de tiempo. Los niños suelen madrugar y no me dejan mucho margen para estos hábitos. No obstante, he sacado durante el curso unos quince minutos al día para hacer yoga, además de ir a clases de hipopresivos una o dos veces por semana y salir a andar casi todos los días. El deporte lo cuadro cuando puedo, en verdad, no siempre en mi rutina de mañana.
Llevo desde el mes de julio asistiendo a clases de pilates mindfulnes y ¡me encanta! Tal vez continúe el próximo invierno en esta práctica. Ya os contaré.
Sobre las 8 suelo desayunar. He descubierto las tostadas del pan Wasa. No sé si las conocéis. Tienen como una doble capa. Al colocar encima el aceite y el resto de ingredientes se reblandece la primera capa y queda crujiente la de abajo. ¡Deliciosa! Y he intentado desayunar con té, porque en casi todos estos libros te advierten del peligro del café, puesto que es un producto adictivo como otra droga. Y el té me encanta, pero en otro momento. Que no me quiten mi café con leche de la mañana. No entro en debate sobre si es beneficioso o perjudicial para la salud, porque la cantidad que yo tomo es muy pequeña. ¡Pero me encanta desayunar un café con leche por la mañana!
Tiempo para los niños
Y a partir de aquí, vamos al lío con los peques.
Debajo os dejo los libros recomendados, no olvidéis echarles un ojo. Y hasta aquí el post de hoy. Espero que os haya gustado. Nos leemos en el siguiente. ¡Feliz septiembre!
África Crespo