El niño entró en el aula con desparpajo. Vio a la niña rebuscar algo
entre sus cosas, parecía desesperada. La miró fijamente guardando
silencio, hasta que la niña se percató de su presencia.
entre sus cosas, parecía desesperada. La miró fijamente guardando
silencio, hasta que la niña se percató de su presencia.
−¿Qué quieres?− le preguntó.
−Darte un beso− le contestó.
−No quiero
−¿Por qué? Solo es un beso.
−Porque no quiero
−Pues te lo daré igual.
El niño dio en ese instante un paso hacia ella y la niña, asustada, dio un leve salto hacia atrás.
−Voy a gritar
−¿Por qué? Si no hago nada malo.
−Quiero que te vayas
−No.
−¿Por qué?
−Porque no.
−Pues voy a gritar
−Me da igual
La niña empezó a chillar desesperada. Algunos profesores corrieron asustados hacia el aula.
−¿Qué pasa?
−Nada−dijo el niño−, creo que está loca.
−¿Por qué gritabas?− Insistió
−Porque quiere darme un beso.
−¿Y eso es algo malo?− cuestionó alguno de los profesores.
La niña se quedó callada y pensativa. En verdad, un beso no era algo malo.
−Sí
que lo es−intercedió una maestra que no se había pronunciado aún− desde
el momento en que ella no quiera, un beso es algo malo.
que lo es−intercedió una maestra que no se había pronunciado aún− desde
el momento en que ella no quiera, un beso es algo malo.
La sala se quedó en silencio incómodo y todos salieron del aula.
amacrema
2 Comments
amacrema
Sí, así es. Lo peor de todo es que me he basado en un hecho real, y ya se sabe que la realidad supera la ficción… Mil gracias por pasarte por aquí. Un beso muy fuerte.
Margari
Ahí está el problema, cuando quieren hacer pensar a la víctima que es la culpable. Y no lo es. Un gran relato!
Besotes!!!