¡Hola a todos! Aquí tenéis la ansiada segunda parte de nuestras vacaciones veraniegas. Toda una aventura con dos bebés. Lo pasamos genial y si aún no has leído la primera parte, aquí te dejo el link para que corras a leerla. Espero que disfrutéis de la segunda parte de mi diario. Ya me contaréis.
Día 4. Playa 2. Fashion Beach Club.
Llegar a esta playa ha resultado mucho más sencillo. Solo hemos necesitado el coche para ello. Bueno, una gran dosis de paciencia para aparcar. Los cambios en la marean dejan piscinas de agua templada cerca de la orilla. Los niños chapotean allí y juegan con sus cubos y palas. Bebé Chencho se reboza en la arena. Me pregunto cómo no le molestará estar repleto de arena por todas las partes de su cuerpo.
El chiringuito es mucho más cuidado con el otro. Comemos con mantel, copas de cristal, buena cubertería. El maitre impide a unas chicas comer sin camiseta, como debe ser.
Me parece bastante grosero ver a la gente comer con el pecho descubierto. Me da igual que sean hombres que mujeres con la parte superior del bikini. Creo que en los chiringuitos de playa es donde se ve la educación de la gente. No todo vale. ¿De verdad da tanta calor una camiseta? Y sacúdete los pies un poco antes de entrar. No lo llenes todo de arena.
El hombre de las hamacas es muy servicial. Nos lleva todo lo que queremos de comer y beber. Yo sigo con mi libro, dándole vueltas por aquí, mamá ven, dándole otra vuelta por allá, Cayetano llora. Nada. No consigo leer apenas. Pero yo sigo con mi erre que erre.
Volvemos al hotel para disfrutar de las últimas horas de la tarde. Un rato de piscina. Un rato de spa. Nos arreglamos y nos vamos a cenar.
Día 5. Cenar en la Gamba muchas gambas.
Lo conocimos casi por casualidad. ¡Y qué suerte! Casi nos vamos de El Rompido sin conocer el centro comercial El faro. Se trata de un lugar al aire libre con varios restaurantes ubicados en una especie de acantilados mirando el mar. Puedes cenar, tomar un helado o beberte una copa mientras ves un fantástico anochecer. La gente viene aposta a ello. La imagen es espectacular. Qué pena que la cámara no pueda recogerlo: los rayos del Sol deslumbran la imagen.
Cenamos en La gamba. Uno de los restaurantes más conocidos de la zona. Y no es para menos. Restaurante 100%recomendable si vais por la zona. Hay dos. Uno en este centro comercial y otro en el centro del pueblo. No reservan y siempre está lleno. Por lo que hay que ir temprano a coger mesa. Pedir ensaladilla rusa, plato de gambas (a rebosar), algún pescaito frito o a la plancha. Disfrutad de la cena.
Día 6. Despedida.
Maletas al coche. Despedidas a los amigos. Niños cargados y bien abrochados en sus sillas. Vámonos. Nos queda un largo viaje. Hasta el año que viene vacaciones de verano.
Y hasta aquí este doble post sobre nuestras vacaciones estivales. Espero que os haya encantado. He escrito estas líneas con mucha ilusión, por compartirlo y por recordarlo. Sabed que si escribís sobre lo que os va ocurriendo en el día a día os servirá para recordarlo para siempre. Por ello, suelo recomendar a mis alumnos escribir un diario, porque tiene múltiples beneficios. Pero esto me da para otro post.
Gracias por estar un día más al otro lado de la pantalla. Nos leemos en el próximo post. Un abrazo.
amacrema