Pizza de pera, cebolla caramelizada y queso de cabra

He probado la pizza de pera, cebolla caramelizada y queso de cabra, receta de Hellofresh y nos ha encantado. Es muy fácil y está deliciosa. Pero antes quiero compartir un tema que me preocupa y me gustaría que me contestaras con tu opinión sincera.

Este fin de semana hemos tenido celebraciones varias. Tengo que decir que me encanta tener estos eventos sociales porque sirven para salir de la rutina y reencontrarme con personas queridas a las que no veo con frecuencia. Eso me nutre de buenas conversaciones que siempre son alimento para el alma. Cumpleaños, bautizos y comuniones. Días especiales, sobre todo para sus protagonistas.
Sin embargo, ha habido un tema que me deja con un muy mal sabor de boca. ¿Por qué tiene que celebrarse todo dándoles guarrerías a los niños? Para mí es una lucha y más útilmente que estoy leyendo tanto sobre nutrición y buenos hábitos. Te recomiendo Joven hasta los 100, del dr Durantez. Es un libro muy sencillo de entender, muy didáctico e interesante.
Bueno, siguiendo con el tema. Me he pasado el fin de semana pidiéndoles a los niños que eviten comer toda esa porquería, quizá una para quitarles las ganas. Pero no más. Y evitando la disputa con los adultos que se empeñan en darles porquerías pese a mi negativa.
Al final me siento que soy yo la mala por no dejarles comer porquerías que les perjudican, que les pueden provocar enfermedades como caries, diabetes, obesidad y otras más graves que prefiero ni escribir. Vamos a ver, lectores, que eso es veneno y se lo estamos dando a los niños como su fuera lo más normal. Y no lo es.

Está demostrado que muchas de las enfermedades del siglo XXI están asociadas a los malos hábitos de alimentación que hemos cogido en los últimos años. Comida basura, chucherías, snacks… Acabo de leer la relación que existe entre los altos consumos de azúcares de la actualidad con la posibilidad de padecer algún tipo de cáncer. Y perdonadme por querer hacer todo lo posible por evitárselo a mis hijos.

Observo que este consumo está tan normalizado en nuestra sociedad que la dieta mediterránea, nuestra dieta, se está olvidando. Con los años, nuestros niños ni sabrán en qué consisten porque les estamos enseñando a pasar una tarde entre chucherías y jugando tras las pantallas. En vez de merendar algo de fruta y salir a la calle a jugar un rato con los amigos.

Así que lamento ser tan mala madre por querer que mis hijos coman purés de verduras, fruta, carne a la plancha, pescado, tortilla de patatas o bocadillos —mejor de pan integral— de jamón.


Y, para acabar, un regalo. Y es que el otro día os compartí la receta de una pizza deliciosa y “algo” saludable. Dentro de que el concepto pizza no es sano, sí podemos convertirlo en ello. Lo primero eligiendo una buena basa o, incluso, haciéndola nosotros. He descubierto en Mercadona la base de trigo de esbelta con unos buenos datos nutricionales. Está buenísima y es una buena alternativa. O puedes hacerla tú misma con este tipo de harina. Evitar las harinas blancas, pues son procesadas.
Corta media cebolla en trozos muy finos y dórala en la sartén. Para caramelizarla, echa una cucharadita de azúcar morena de caña. No demasiada. Puedes comprarla echa, pero así no controlas la cantidad de azúcar ni la calidad de la misma. No tardas nada en hacer la cebolla tú mismo.
Coloca una base de esta cebolla sobra la masa de la pizza. Después, coloca queso de cabra —o cualquier otro queso que tengas en el frigo, pero esta combinación de sabores es espectacular—. Y termina por colocar láminas de pera sin pelar.
Coloca en el horno precalentado a 180 grados durante 25 minutos.

Si la haces, ya me contarás el resultado.

África

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