Reflexiones en el sofá

¡Hola a todos! ¿Cómo lleváis la semana? Ya es jueves y, cuando llegue mañana, ya tenemos aquí el fin de semana. Así que esto está chupado. En el post de hoy, reflexiones en el sofá, quiero hablar sobre un tema de crecimiento personal en el que creo y confío. Ahí os dejo el planteamiento y ya me contaréis qué opináis vosotros.


Si puedes soñarlo puedes hacerlo.

Eso pone en el cojín del sillón de lactancia que tengo en mi habitación. El maridín le da la vuelta de vez en cuando enfurruñado porque dice que esa afirmación le frustra. Pero yo consigo convencerlo de que dice la verdad. Tan solo hay que tener paciencia. Cómo decía Santa Teresa, «la paciencia todo lo alcanza». El momento llega. No sabemos cuándo, pero llega. Y hay que estar preparados.

Las afirmaciones nos sirven para creer en ellas y lograr lo que nos propongamos. Por ello son afirmaciones. ¿No escribís frases en una libreta que os haga pensar que lograréis lo que tenéis en mente? Perseguir sueños y hacer que se cumplan. Si no, ¿cuál sería la ilusión por el trabajo diario?

Si puedes soñarlo puedes hacerlo


Cuando yo empecé a estudiar la oposición lo hice casi a escondidas. Me iba cada día a la biblioteca a preparar mis temas, uno a uno hasta los 72. Por la tarde me iba a Ciudad Real a estudiar el Máster de Secundaria. Las conversaciones en torno a las oposiciones eran siempre negativas: no van a convocar, saldrán muy pocas plazas, Fulanito es un empollón y fijo que ya está estudiando…

Y yo callaba, confieso que algo abochornada porque yo sí que estaba ya preparando la oposición. Era como algo avergonzante, una pérdida de tiempo que no me serviría para nada: en el curso de estudiar el Máster de Secundaria, en el tiempo de crisis que no convocarían y/o que, en el caso de convocar, saldrían muy pocas plazas.

Pero yo estudiaba, buscaba nuevos libros, mejoraba mi programación, inventaba unidades didácticas. Leía libros pendientes de literatura española. Escuchaba en la radio entrevistas a escritores, críticos literarios, teóricos, etc. Visitaba bibliotecas intentando conocer la ultima bibliografía, actualizada.


Al curso siguiente, mientras seguía preparando la oposición, comencé el Máster de Investigación. Eso me ayudó a aprender mucho más sobre Literatura, a desenvolverme en el mundo académico, a conocer a escritores, a hablar en público…

Después empecé mi Doctorado en Literatura Contemporánea. Y seguía estudiando, aprovechando las oportunidades que surgían en cualquier lugar de la península. Hasta que un día, salió una buena convocatoria, yo estaba ya muy bien preparada, y aprobé.


Un día soñé con ser profesora y ahora lo soy. Entonces, ahí está el ejemplo del dicho del cojín: Si puedes soñarlo, puedes hacerlo.


Hoy sigo soñando con otras metas. Soy paciente porque sé que trabajando lo conseguiré.

Gracias por seguir ahí. Por leerme. Por comentarme. Por mandarme mensajes privados a través de Facebook o Instagram (@amacrema_). Por compartir mis publicaciones. Por hacerme crecer profesionalmente. El próximo post va de libros, muchos libros.

Un abrazo.

amacrema

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RECIBE TODAS MIS NOVEDADES

Suscríbete a mi newsletter para estar al tanto de todas las novedades de mi web