Tengo un nuevo mes favorito: Junio.
Nunca me había percatado de su existencia. Tengo dos meses favoritos y dos meses que detesto, pero junio se quedaba en ese vacío de los que «bah…»
Pero, de repente, me he dado cuenta de que se ha convertido en el mejor mes de todo el 2020. Y lo veo con otros ojos. Es el mes que da comienzo el verano. Y, este año, se presenta muy especial. Ya vemos la luz al final de ese túnel negro en el que nos hemos visto metidos los últimos meses. Parece que todo va volviendo a la normalidad, una normalidad con mascarillas, pero a estas alturas eso ya es lo de menos.
Junio se ha convertido en el mes de la luz, de la fiesta, de la ilusión por comenzar el verano. Y ya no hablaremos de las vacaciones, porque siento que este año las vacaciones de fin de curso llegaron demasiado pronto.
Me encantan los amaneceres y atardeceres de estos días. Cuando el sol aún no aprieta y la temperatura es muy agradable. Estoy disfrutando del sol de la mañana en la terraza, sin prisas. Del café fresquito acompañado de fruta y la tostada. Me he aficionado al tele-trabajo y a coger el ordenador y dejar limpia la bandeja de entrada antes de las 9 de la mañana.
Hemos recreado un precioso jardín en casa, ya os lo enseñaré cuando lo tenga terminado, pero las veladas de día y de noche ya han comenzado. Por las mañanas se convierte en un lugar de fiesta, piscina, agua, baño y aperitivo. Al anochecer todo cambia para que disfrutemos del aire fresco, las luces de guirnalda y las cenas al aire libre.
Las siestas de verano han comenzado. Hace algunos años escribí varios relatos con este título que os dejo linkeado: Las siestas de verano de amacrema.
Esas siestas eternas en las que la casa está en calma, las persianas bajitas, dejando que entre una luz ténue. El sonido de las tórtolas y los pajarillos callejeros de fondo, suenan relajantes. La ausencia de coches en esta realidad aún extraña invitan al silencio y a la meditación. El viento azotando el toldo que todavía nos protege de los rayos del sol.
Las comidas de verano, tan apatecibles, tan ricas, que tanto las habíamos echado de menos. Las ensaladas fresquitas para la cena, la carne de barbacoa, el pescado frito. Las ganas de mar que ya se sienten cerca.
Las reuniones con amigos que, ahora más que nunca, se desean. Las risas hasta las tantas, sin prisa, sin agobios de horas. El sentir que disponemos de todo el tiempo libre por delante. Aún queda mucho para septiembre.
Poner la mesa bonita en casa cuando cae la luz. Encender unas velas y acompañar por luz suave. Esperar esas visitas tan deseadas. Servir una cena rica y enormes vasos de agua con sabores.
¿Qué más detalles son los que marcan vuestro Junio?
Siento esta ausencia, pero a veces una necesita desconectar. Estamos preparando muchas cosas muy bonitas. Os adelanto que para concerlas los primeros y tener ciertas ventajas debéis estar suscritos a mi página, así que no dudéis en hacerlo.
Feliz día.
África.
4 Comments
3littlebirdsinyourlife
Fantástico post Africa, a mi también me gusta junio, el mes en el que cumplo años, pero también el mes de los días largos y bonitos, soy una enamorada de los atardeceres y en este mes ¡son preciosos!
Un abrazo
amacrema
Mil gracias, me alegro de que te haya gustado. Disfrutemos de lo que queda de mes. Un fuerte abrazo.
Manuela
Me ha encantando el post, me encanta la forma en que nos relaatas las cosas por momentos parece que lo estas viendo pasar delante de ti. Este verano tan atipico hecharemos de menos cosas que parecian no tener importancia. El detalle que mas marca mi mes de junio es el campo
amacrema
Gracias Manuela, por tus palabras. Me alegro de que te haya gustado. Así es, las cosas normales sin importancia han resultado ser las que más deseamos. Un abrazo.