Mi terapia: escribir

Escribo desde que aprendí a hacerlo. Es una necesidad que tengo y lo hago cada día. Es cierto que no todos los días escribo lo mismo. A veces escribo un ratito de ficción, ya sea relato o algún capítulo de una novela, otras escribo simplemente un listado de asuntos pendientes, o enumero lo que quiero hacer ese día, objetivos, logros, sentimientos…

Durante esta semana en la que los días se han vuelto raros he visto en las redes sociales una vía de escape donde compartir por medio de la palabra escrita rutinas, emociones, sensaciones.

Por ello, he visto la necesidad de compartir con todos esta terapia que, sin duda, todos podéis poner en práctica. Os contaré cuáles son los beneficios de la escritura, qué escribir y por qué escribir.

Beneficios de la escritura

Escribir supone expresar ideas, pone en orden pensamientos, reduce la ansiedad, libera estrés, ayuda a exteriorizar sentimientos y ayuda a comunicarse con los demás, de ahí su útil uso en las Redes Sociales.

¿Qué escribo?

Una de las costumbres que tengo es aconsejar a mis alumnos de primer ciclo de secundaria que escriban diario. Me parece una buena costumbre y una manera de motivarles a escribir un rato cada día. La mayoría de ellos lo hacen y ellos mismos descubren los beneficios que tiene escribir.

Escribir un diario:

  • Reordena nuestras emociones
  • Cicatriza heridas, pensado lo que haya ocurrido nos hace ver las cosas de otra manera.
  • Nos hace crecer, progresar y conocernos mejor.
  • Volvemos a vivir el día y sentir lo más importante y, lo mejor, lo dejamos grabado para siempre.
  • Nos ayuda a dormir mejor, ¡Sí! Y es que cuando dejamos sobre el papel las preocupaciones, las malas sensaciones o las experiencias negativas del día nos relajamos y podemos descansar mejor.
  • Y, por último, nos ayuda a superar situaciones traumáticas y dolorosas.

Escribir listas de objetivos: Y es que ahora más que nunca tenemos que hacer una lista con los objetivos en casa o del trabajo, pero es una forma de motivarnos para cumplirlos a lo largo del día. Poneos objetivos factibles, que sepáis que vais a poder cumplir. Y no pasa nada por que ahora bajemos un poco el ritmo, ya recuperaremos la actividad. Es una situación nueva y necesitamos tiempo para adaptarnos a ella.

Escribir los logros: es una gran actividad para hacer por las noches. Sobre todo si hemos escrito por la mañana una lista de objetivos. Por la noche podemos ver qué logros hemos conseguido. ¡Es una gran motivación ver que los hemos cumplido! Y ojo, si algo no hemos podido cumplirlo, ya lo haremos mañana. ¡Tenemos tiempo! ¡No lo perdáis!

Escribir agradecimientos: porque sí, porque tenemos mucho que agradecer. Mirar vuestro alrededor, vuestras familias, vuestro hogar, vuestras neveras llenas, vuestro trabajo online (que llega a todo el mundo), las nuevas amistades que hemos hecho a través de las redes sociales.

Escribe recetas de cocina: sí, ¿por qué no? Y compártelas. Es ahora el momento de meternos en la cocina y hacer todas esas recetas que tenemos pendientes porque… ¡tenemos tiempo! Y si te gusta algún plato que tengáis costumbre hacer, escríbela y así pervivirá para siempre.

Escribe los quehaceres pendientes en casa: Seguro que tienes pendiente de hacer en casa multitud de tareas que has ido posponiendo. Siéntate y escríbelas. Haz un listado de todo lo que quieres hacer. Y, después, empieza punto a punto. Después de llevar un par de horas colocando los potingues del baño no tendrás ganas de salir a la calle. Te lo aseguro.

¿Por qué escribir?

Porque os ayudará a sentios mejor, a estar tranquilos, a tener un rato de ocupación cada día, una obligación, una rutina.

Dedica, al menos, cinco minutos al día para escribir. Crea la costumbre, el hábito, y te servirá de terapia. Busca un cuaderno nuevo por ahí (que seguro que hay alguno en casa sin estrenar o con poquitas páginas utilizadas) y féchalo a día de hoy. Cuando esta situación tan rara acabe, que lo hará, guardaremos el cuaderno en un cajón oculto o en los estantes de nuestra estantería. Y pasado los meses, los años, recuperaremos la lectura de nuestras palabras, nuestros sentimientos, nuestro día a día y veremos de qué manera fuimos afrontando esta situación.

Os deseo un feliz día. Encontrar cientos de actividades para hacer en casa. Pensar que es nuestro refugio, el lugar donde mejor estamos, donde queremos ir cuando algo no va bien. Y que si la obligación es estar en casa, creo que es la mejor que podrían hacernos. Sed felices.

Nos leemos en el próximo post. Un fuerte abrazo. amacrema.

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