Consejos óptimos para leer bien

En  mi post sobre cómo organizarse para estudiar la oposición hablaba de la importancia de encontrar un hueco para la lectura. A raíz de aquello, me han preguntado sobre la importancia de este hecho tan banal y, sobre todo, en el modo de conseguir leer varios libros a la vez y hacer una lectura óptima de todos ellos.

Durante mis años universitarios me acostumbraron a tener que leer varios libros a la vez. Todos mis profesores me exigían algunas lecturas para la nota final y me recomendaban otras tantas. Si no leía varios a la vez era imposible que me diera tiempo a leer todo ello. Así que comencé a coger hábito lector con varios libros y ahora no sé leer uno solo. Ahora mismo leo La señora Dalloway de Virginia Woolf y Te llamaré Viernes de Almudena Grandes. Son dos novelas muy diferentes, aunque ambas son novelas de entretenimiento. Otras veces las lecturas que convino son de distinto calibre. Pero vayamos por partes.

Decidir una lectura

Igual que le digo a mis alumnos, se lo digo a todo el mundo que su deseo es leer: lee lo que quieras, lo que te guste, aquello que te llame la antención. Es muy importante que te guste lo que estés leyendo.

Nadie quiere que le obliguen a hacer nada. Lo que es obligatorio no gusta, se detesta. Y así ocurre con la lectura. Busca, infórmate, ve a librerías, conoce los libros que tienes a tu alcance y lee su sinopsis. Ese es el primer paso para decidir si el libro puede gustarte o no. Y mira el número de páginas. ¿En serio? ¡Claro que sí! Es cierto, digo de antemano, que si un libro te está encantando, preferirás que tenga muchas páginas y que nunca termine. Incluso, puede que se te quede corto. Pero, seamos sinceros, un libro de muchas páginas no echa para atrás. Lo primero por el tiempo que necesitamos emplear en su lectura. Si estamos muy ocupados y lo que queremos es leer un rato, es preferible que elijamos un libro más breve que no nos agobie meses y meses en la mesilla de noche sin terminar.

En este caso os recomiendo leer: Un susurro en la oscuridad de Louisa May Alcott (escritora de Mujercitas). Es un libro muy breve, que te engancha y te entretiene. Lo leerás en seguida y terminar un libro te incitará a leer otro y, poco a poco, conseguirás crear ese hábito lector.

Tal vez veas que tienes mucho tiempo por delante y te animes con un libro de mil páginas. Si es así, adelante. Hay personas que aprovechan las vacaciones de verano para leer los libros más extensos. Puedes dedicarle largo tiempo a la lectura en la playa, la piscina o la siesta sin remordimientos porque estás de vacaciones.

Uno de los libros que disfruté durante el verano leyéndolo fue Olvidado Rey Gudú, de Ana María Matute, sin duda un imprescindible.

El momento de lectura

Es importante crear una rutina lectora. Leer se considera un hábito, como lo es lavarse los dientes o sacar al perro si lo tienes. Y es imprescindible que a lo largo del día tengamos asignado un momento para la lectura. La mayoría de la gente lo hace por la noche, antes de ir a la cama. Mi momento es después de comer. Por la noche llego muy cansada y, si no quiero dormirme encima del libro, prefiero hacer otra actividad más dinámica, como viene siendo escribir, o irme a la cama directamente. Antes de ser mamá sí que leía por la noche, en la cama, ahora leo después de comer, cuando disfruto del silencio en casa. Me preparo un café (antes prefería el té, pero creo que el café me mantiene más despierta) y una onza de chocolate. Y leo el tiempo que me dejan los peques. Si la lectura te ha enganchado es posible que ese tiempo siempre se quede corto. Pero recuerda, debes asignarle un tiempo, el que puedas, pero lleválo a cabo. Y todos los días.

Hablaré sobre este libro en otro post

Leer es un hábito y debe hacerse cada día.

Al hilo del tiempo, también podemos hablar del lugar. Eso no es imprescindible porque yo he leído en casa en el sofá, en la cama, en el metro de camino al trabajo, en la sala de espera de la consulta del médico… (uno de los libros que leo suele ir en mi bolso para aprovechar momentos de espera, me obsesiona perder el tiempo). Pero también sería buena idea tener un lugar de lectura, que bien puede ser la cama o un sillón.

Abandonar un libro

O como llegar a la temida página 50. Lo he dicho inumerables veces. Si un libro no te gusta, déjalo. Hay millones de libros maravillosos esperando y nuestro tiempo es limitado. No lo desaproveches con libros que no te merecen la pena. Recomiendo darle la oportunidad hasta la página 50. Si has llegado a ella y te gusta, adelante, no te defraudará. Pero, si por el contrario, te ha costado trabajo llegar hasta ahí, déjalo, jamás te gustará. La oportunidad ya se la has dado. No hagas un esfuerzo en vano.

Cosa distinta es que por estudios estés obligado (obligada) a leer algún libro y no te gusta. Ahí no puedes hacer otra cosa que leerlo. Te recomiendo que en ese caso lo convines con la lectura de otro libro que sí te guste. Así, el tiempo que le dediarás a la lectura del libro «obligatorio» entrará dentro del tiempo de estudio porque tendrás que trabajarlo y ahora te explico cómo. Y durante tu rato de lectura habitual del día lo dedicarás al libro que estés leyendo por placer, haciendo una distinción entre libro de trabajo y libro de ocio.

Os dejo en este punto libros clásicos adaptados para que la lectura sea más agradable.

Como decía, estos libros hay que trabajarlos y dedicarles un tiempo porque vas a enfrentarte a alguna prueba con él. Y aquí recomiendo tomarlo en serio para que el tiempo echado en él no sea perdido. Es cierto que costará mucho trabajo, porque es horrible leer un libro que no te gusta: lees muy despacio, tienes que releer páginas porque no has entendido nada, te haces un lío con los personajes… Así que proponte leer un número de páginas, un tiempo determinado o algunos capítulos y haz el resumen. Da pereza, mucha, pero todo trabajo será poco si no quieres haber olvidado todo el argumento cuando llegue la hora de la verdad. Una vez lo hayas terminado, con la ayuda de los resúmenes escribe un análisis de los personajes (cómo visten, qué piensan y sienten, cuál es su relación dentro de la novela, su portagonismo, su rol en el argumento…) y realiza un análisis similar con el tiempo y el espacio. Hay novelas que basan su importancia precisamente en estos dos elementos narrativos.

Leer varios libros a la vez

Para hacer varias lectura a la vez debe surgir la necesidad. Si nadie te está pidiendo, por trabajo o estudios, hacerlo, no lo hagas. Disfruta de un libro y cuando lo acabes sigue con el siguiente. Yo suelo amontar en pilas libros pendientes, tanto en la mesilla de noche como en la cómoda del salón. Así sé qué libros quiero leer y no dejo que se pierdan entre el descontrol de mis estanterías.

Pero hay veces que por trabajo o estudios te ves en la obligación a leer varios libros a la vez. Leer dos es relativamente fácil. Cómo he expuesto antes, uno lo lees en el momento placentero de lectura y el otro lo trabajas durante tu tiempo de estudio a lo largo del día. Dejas una hora (o algo menos) en la programación del estudio (o trabajo como es mi caso en la actualidad) para leer el libro. Y tomas nota, no lo olvides.

Si por placer quieres leer dos libros al mismo tiempo (no recomiendo estar leyendo más de tres, sería excesivo y no tendrías tiempo para dedicarle a cada uno), puedes asignarle un tiempo a lo largo del día para cada uno. Por ejemplo, el que te resulte más complicado de comprender puedes leerlo por la mañana, antes de comenzar el día que es cuando estamos más frescos. Y el más fácil lo lees o bien en la siesta o bien a la noche, cuando estamos cansados y no queremos tener que pensar en nada más que disfrutar.

Cómo sacar el máximo rendimiento a la lectura

Cada libro tiene su momento y cada momento tiene su libro. Cuando terminé mi carrera de Filología, y todos los conocimientos literarios habían sido adquiridos, fue cuando me leí El Quijote. Y lo disfruté. Me encantó. Ciertamente el mejor libro que leeré nunca. Sin embargo, los intentos que los profesores hiceron por obligarme a leer el libro, o partes del mismo, anteriormente habían sido en vano. No estaba preparada para ello. No tenía el conocimiento necesario para comprender este libro y disfrutarlo. Pero El Quijote tuvo su momento. Como otros tantos libros.

Desde que me quedé embarazada la primera vez, descubrí multitud de lecturas sobre maternidad y crianza que me servirían en mi carrera como mamá. Os dejo señaladas las dos que más me han marcado, pero escribiré un post expecíficamente sobre estas lecturas.

Y, desde que Chencho ya se está interesando por los cuentos, me estoy aficionando a la literatura infantil, descubriendo historias que o bien desconocía o bien había olvidado. Os dejo también citadas varias obras infantiles que nos chiflan en casa.

Otro tipo de libros que me encanta convinar en lectura con una novela son los biográficos. A veces leo incluso las biografías de los autores que acabo de leer. Ahora mismo estoy enamorada de la colección Miranda de Edelvives. Son libros que cuentan la vida de mujeres fuertes y valientes que han sido protagonistas a lo largo de la historia y todo ello contado por una niña. Son geniales.

Además, sin querer herir a nadie, debemos conocer cuáles son nuestras limitaciones. Busca libros que se adapten a tu habilidad lectora y a tu nivel de comprensión. Si un libro es complicado es fácil que no te guste, pero porque no lo entiendes. Busca otro más sencillo, ese ya lo leerás.

La comprensión lectora se trabaja. Y cuanto más leas más habilidad cogerás. Es igual que salir a correr (o cualquier otro deporte), el primer día no llegarás muy lejos, pero todos es cuestión de disciplina, esfuerzo y tiempo. Esta habilidad es la que te enseñará a distinguir un buen libro de uno malo.

Y muy importante es también la concentración. Si no eres muy hábil lector, lee en casa, cuando estés tranquilo y en silencio, para no tener distracciones. Deja la lectura el lugares públicos cuando te des cuenta de que el bullicio no te molesta.

La dificultad de encontrar otro libro que te encante

¿Cómo es esa sensación la de cerrar un libro que has terminado? Es algo así como bienestar, nostalgia, tristeza, emoción. Has pasado varios días con el libro de allí para acá y ya habéis terminado, tendrás que dejarlo colocado en la estantería (o devuelto a la biblioteca) y tu relación con él habrá acabado.

Y ahora, ¿qué? Ocurren dos opciones.

La primera que ya lleves varios días ansiando empezar un libro nuevo que ha llegado a tus manos. Pero has esperado paciente para comenzarlo una vez hayas acabado el que tenías entre manos. Esto es fabuloso, espero que también te encante porque sino te decepcionará más aún. En ese caso empiézalo de inmediato. No esperes al día siguiente. Dos, tres, diez páginas. Lo justo para engancharte al nuevo libro y que la ruptura con el anterior no sea tan dolorosa. Es cierto eso que dicen de que un clavo saca otro clavo.

Y la segunda opción, que no tengas ningún libro pendiente de leer después. En ese caso, respira, tómate tu tiempo. No importa porque no leas nada en un par de días. Es importante que encuentres el libro perfecto de nuevo. Si has leído un libro de muchas páginas busca uno finito, para compensar. Pero caer en la decepción es muy fácil después de leer un libro que te ha encantado y que has devorado.

Ahora sí, os dejo con los títulos de libros para devorar. Y sí, lo siento, pero El silencio no me deja dormir no podría faltar en esta lista.

6 libros para devorar

9 tips para ser un buen lector

  1. Busca recomendaciones de libros que puedan gustarte.
  2. Ten en cuenta el número de páginas.
  3. Asigna al día un momento para la lectura
  4. Si al llegar a la página 50 no te gusta, abandónalo.
  5. Disfruta de un libro antes de pasar al siguiente.
  6. Cada libro tiene su momento y cada momento tiene su libro.
  7. Busca sitios tranquilos para concentrarte.
  8. Ten pensado el próximo libro antes de acabar la lectura.
  9. Encuentra libros para devorar.
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Espero que os haya gustado el post de hoy. Hacérmelo saber en comentarios de aquí mismo o por las redes sociales. Contadme también qué más cosas queréis saber en base a la lectura o al estudio, tener nuevas ideas me ayuda a motivarme. Y compartirlo, muy importante para que este post llegue a muchas más personas y pueda ayudar a más lectores.

Os deseo un feliz día y un feliz fin de la semana. Nos leemos en el próximo post.

amacrema

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