Pedro Pelele era un chico raro. Nunca consiguió vender su cara de pardillo por más que sus compañeros le invitaran a comprarse otra. Su falta de visión se iba agravando con el tiempo, por lo que sus gafas de culo de vaso se iban convirtiendo con el tiempo en culo de botella y después, en culo de garrafa de aceite de cinco litros. Mirarle a la cara era un espanto. Era inevitable reírse de él y no es por justificar a aquellos crueles niños que fueron muriendo uno a uno por entre las páginas del cuaderno rústico del señor Puppet. Al poco de nacer, se volcó el aceite hirviendo sobre una…
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HOY ES ETERNO
Desde la serenidad de su sonrisa pude discernir el dulce aroma de aquel árbol especialmente candente. Yo entonces no lo sabía, pero aquel momento no volvería jamás a repetirse en mi vida. Mis quince años impedían dilucidar más allá de mi presente. En ese momento, la palabra futuro no existía entre mis vocablos. Volví a mirarle una vez más y supe que había caído enamorada para siempre. Sin embargo, siempre es mucho tiempo. Igual que nunca no es nada. Entonces, mejor pensar en un ahora y no creer en un pendiente. Siempre será hoy y, en cambio, nunca existirá mañana. Solo puedo recordar el pasado y revivirlo con júbilo y…
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PETER PUPPET (IV)
Cogió con cuidado la valiosísima prueba y la metió en su bolsa junto al resto de desperdicios de comida. Al levantarse del suelo, Peter Puppet tenía señalada la forma de serpiente en su pecho, brazos y piernas. El polvo de años había sido barrido por la ropa del señor Puppet. Esto lo agradecía seguro la señora de la limpieza, si decidía la señora Krupp contratarla algún día. Con la prueba del delito, Peter Puppet fue en busca de la señora Krupp. Aprovecharía para disimular con su despedida para comprobar si era la dueña de aquel pendiente. La investigación era sencilla, si tenía puesto el otro sería suyo, sino, no. La…
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PETER PUPPET (III)
Los señores Krupp no tenían hijos y por ello no tuvieron problemas en dejar su país para venirse al nuestro. Tampoco tenían familia ni amigos. Eran tan odiosos que no tuvieron ni una madre que les aleccionara. Por suerte para ellos se encontraron el uno al otro. Aquel centro de internamiento juvenil era odiado por todos. Estaba a las afueras del pueblo norteño y nadie se acercaba allí jamás. El señor Krupp consiguió que el orden y la disciplina fueran el plato fuerte de aquel lugar. La señora Krupp educó a aquellos niños y se enorgullecía viendo como todos estudiaban sin pestañear ni levantar la cabeza del papel. La señora…
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PETER PUPPET (II)
Veinte historias, contadas en veinte cuadernos rústicos de tapa negra dura, le hicieron imaginar un mundo oscuro e intrigante que le ayudaron a pasar las duras tardes invernales de aquel frío internado norteño. Cada una de sus historias llevaba por título el del detective más aclamado de todos los tiempos: Peter Puppet, que no era más que él mismo al estilo anglosajón. Cada cuaderno seguía la misma estructura. Lo primero que hacía era cometer el crimen. El asesino siempre iba con la cara tapada y las manos con guantes. Después, Peter Puppet aparecía en escena y prueba a prueba iba desvelando todos los misterios de la trama. Cuaderno a cuaderno,…
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PETER PUPPET (I)
Pedro Pelele siempre se intrigó por saber qué se sentiría al matar a alguien. Muchas veces pensó en ponerlo en práctica, pero siempre acababa por arrepentirse. Pedro Pelele era un huraño. Apenas salía de su viejo y cutre habitáculo del pueblo costero donde había vivido toda su vida. Sus padres murieron en un extraño accidente de tráfico. Él tenía solo siete años y desde entonces había vivido en un centro de menores. Se pasaba los días aislado por los rincones. No le gustaba estar con nadie, ni hablar, ni jugar a la petanca como todos los demás. A él le apasionaba leer libros sobre detectives. Los otros chicos se reían…